Poco a poco, en este caminar juntos, por lo menos de a ratos, se fue definiendo la senda del año. Nuestro segundo encuentro fue poco mas de dos meses desde el primero. Y durante su preparación y el trabajo con las conclusiones arribadas en los encuentros previos, descubríamos que la ruta se definía hacia un mismo lugar... Todo parecía indicar que todos anhelábamos cuestiones concretas para llevar a la práctica, cuestiones desde donde nos pudiéramos parar como integrantes de nuestras universidades en una ciudad iluminada, y extender esa luz más allá de las aulas o del claustro docente.
Ahora bien, el desafío, era encontrar el como, la manera de llevar estos anhelos, a acciones concretas. y es por ello que a partir de las conclusiones del encuentro anterior, nos pusimos a trabajar con los docentes, durante toda la jornada del 26 de junio en aspectos concretos para llevar adelante.
Las conclusiones más relevantes, fueron tratar de mantener estos espacios de diálogo que se habían generado, por medio de estos encuentros, en los cuales se podía y se puede reflexionar, y compartir experiencias y propuestas desde la fraternidad, la oración y el aporte común. Igualmente se proponía comunicar cotidianamente las actividades que se fueran desarrollando para, paso a paso, comenzar a integrarnos, ya no desde un ámbito individual sino como una comunidad.
También, surgió como una propuesta valiosa, trabajar con la mesa de diálogo que protagonizaba Cáritas durante el mes de la solidaridad, cuyas conclusiones, aún no lo sabíamos, serían el motivo principal de nuestro próximo encuentro.
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